

Cristo, tierra de los vivos
La base del cristianismo es la resurrección de Jesús, testimoniada por sus seguidores más cercanos aquel memorable primer día de la semana. En el descubrimiento de la tumba abierta, que no vacía sino llena de los resplandores del «relámpago» y de la «nieve» como los vestidos de Cristo sobre el monte de la transfiguración, se evoca el mundo abierto de la ascensión, abierto a las llamas y a los vientos de pentecostés. Esta inversión de la «kénosis» hace que la tierra se convierta en el centro simbólico de lo real y la imantación de la gravedad se vuelva imantación de lo celestial. El esplendor por excelencia ha bajado de los cielos y establecido su morada definitiva en medio de sus criaturas. Con la resurrección de Jesús de Nazaret, el Cristo, la tierra de los muertos se vuelve tierra de los vivos y se revela como el gran icono. Pero en absoluto se trata de la representación de lo irrepresentable, es decir, de la resurrección misma, sino de la muerte vencida, de la sombra iluminada, de la «tiniebla transluminosa» del Dios vivo con nosotros. Olivier Clément (1921-2009) es uno de los pensadores más originales de la tradición Ortodoxa en Occidente. Ha sido escritor prolífico, teólogo ecuménico y profesor en el Instituto de Teología de San Sergio, en París.
Número de páginas: 176
Año de edición: 2024.0
Editorial: SIGUEME
Idioma: SPA
Autor: Clément, Olivier
EAN: 9788430122080
Código interno: 956596
Estamos plenamente orientados a la satisfacción de nuestros clientes. Si por cualquier motivo no tienes una experiencia positiva, nos lo dices y buscamos una solución. A diferencia de nuestros políticos, nosotros sí nos hacemos responsables.
Gastos de envío gratuitos en pedidos superiores a 29€.
Pídelo ya y recíbelo en 48 horas
En librería Matrix defendemos la libertad de expresión y de pensamiento como elementos fundamentales para la existencia de una sociedad libre y justa. Por desgracia, son muchos los que confunden esta libertad de expresión con la falta de educación… A estos cabría recordarles lo que le dijo el tío Ben a Peter Parker (Spider Man):“Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”.







